Con café en mano y acompañándonos Change your mind · Boyce Avenue  hoy regreso contigo para continuar descubriendo nuestras creencias, esos lentes que cada uno nos ponemos para crear nuestra particular realidad. En la píldora anterior Las creencias… un filtro creador de realidades (aquí te dejo el enlace si no la has leído aún) hablé sobre aquellas creencias provenientes del entorno familiar y social.

Hoy entraremos en materia con las creencias autoimpuestas, aquellas que determinamos como absolutas al nacer de un determinado evento positivo o no en nuestras vidas, es decir que provienen de una vivencia propia, y que ciertamente escapan al hecho que toda vez que vuelva a suceder no será exactamente igual al anterior, pero visto por los lentes con los que he decidido percibir el mundo no le dejamos otra alternativa.

Una creencia en muchos casos estará sustentada o contenida por un miedo al cual hábilmente camuflamos con excusas.

Todos hemos adquirido una serie de creencias que van a determinar nuestros patrones de conducta y estos a su vez harán un esbozo de nosotros, de nuestra forma de relacionarnos y de actuar en el mundo… valdría la pena preguntarnos ¿Por qué condenar el futuro con eventos del pasado?, sería hasta injusto no darle la oportunidad a lo nuevo que llega y dejarlo manifestarse sin juicios previos.

 Muchas de estas creencias se originan a partir de nuestra herida de infancia, en este tema hay mucha tela que cortar y hablaré de él en otro momento, pero lo que sí te adelanto es que aún con la infancia más hermosa que creas haber vivido, TODOS tenemos alguna de estas 5 heridas, también llamadas por otros autores la huella de infancia, y es ahí donde se anidan nuestros miedos más profundos y generamos ciertas posturas ante la vida.

Así pues, lo importante a la hora de querer desmontar una creencia autoimpuesta es identificar aquellas que están en nuestra cotidianidad de manera simple, para poco a poco poder incursionar en otras que coartan aspectos mas profundos de nuestra existencia. 

Y ¿por qué esto sería importante?, pues es simple pero no tan obvio, al hacer esa lista de creencias que te limitan a ser esa versión que quieres lograr en ti, habrá una gama de complejidad entre ellas. El inconsciente a través del ego, nos querrá jugar una mala pasada con tal de validar su creencia actual. Por tanto, mandará a nuestro ego a retarse con aquella de mayor dificultad, y que probablemente cueste mucho más darle la vuelta para desmontarla y finalmente terminemos cansados y frustrados, mientras nuestro inconsciente triunfante lo ratifica y resonará esa vocecita interna que nos dirá “ya ves como eso que creías si es cierto” … 

¡Madre mía! y ahí estaremos validándola de nuevo, irremediablemente nos hará volver a nuestros antiguos patrones /hábitos sin voluntad alguna para generar el cambio deseado. Es por esto que como bien se dice no hay que correr cuando empezamos a caminar, identifica a partir de tu diálogo interno una creencia cotidiana y simple.

Una vez seleccionada la creencia a trabajar, el siguiente paso será un referente en mi pasado donde de alguna forma fue desafiada y como hecho aislado la hipótesis no pudo ser comprobada, es decir, si yo creo que “no me puedo levantar temprano un sábado” tendré que buscar cuándo sí lo he conseguido y además “bien y de buenas” como se dice en México.  

Entonces estaré en el punto clave donde podré descubrir cómo lo logré en aquella oportunidad.

Sigamos con el ejemplo de levantarnos temprano… Nos vamos a Las Islas griegas, y por el horario del vuelo habrá que estar en el aeropuerto a las 5 am, no conozco al primer dormilón que me diga que mejor no va porque no puede levantarse temprano un sábado después de una abrumadora semana…

 Sí, sé que suena muy gracioso y me dirás ¡venga Adri que son las Islas griegas!, pues sí y ahí te quería llevar, se llamen Islas griegas, ver a esa persona especial, o el caso que quieras, si te motiva lo harás, vencerás ese pesar y romperás con esa creencia del “yo no puedo tal o cual cosa “.

Entonces el click del asunto es tener una pequeña o gran motivación, pero que sea concretay hago énfasis en concreta porque será mucho mas fácil ir rompiendo con eso de lo que no me considero capaz de hacer, sentir o crear si estoy bien anclado a mi objetivo. 

Hasta aquí podríamos decir que vamos muy bien y quizás partiendo de un caso de extrema sencillez, como deberá ser para no morir en el intento y terminar dándole la razón a nuestro soberbio inconsciente, porque si esto te parece una tontería, déjame decirte que le estás entregando la batuta al ego.

Por tanto, menos es más…. No hay nada que demostrar a nadie más que a nosotros mismos…sé amable contigo cariño y empieza por lo más simple, pequeños triunfos te darán esa seguridad y validación que necesitas para subir el siguiente peldaño.

Yo te invito a no seguir inertes repitiendo situaciones sin cuestionárnoslas, sin dar oportunidad al cambio.

 Puede que alguna vez o muchas nos haya salido mal pero quién dice que la siguiente no será la victoria. Si tú supieras cuántas veces fallé en Física I cuando fui estudiante de ingeniería y luego paradójicamente terminé siendo profesora universitaria de Termodinámica y realmente me apasionaba. Física I fue sangre, sudor y lágrimas, más lágrimas y frustración que sangre, pero decidí no permitir que me condicionara. 

Piénsalo y permítete intentar crear afuera lo que verdaderamente crees adentro de ti y que generará tu bienestar, búscalo en tu corazón sin duda ahí no habrá error.

Lo único en lo que no debemos dejar de creer es en nosotros mismos.