Hola guap@ cómo vienes hoy, yo espero que con el ánimo para hablar de esa fuerza que a veces nos pone de cabeza… el AMOR, si así con todas sus letras en mayúsculas, porque no puede ser de otra forma, el amor bien vivido creo que es una de esas pocas situaciones que vistas desde cualquier ángulo llevan al mismo punto, la plenitud…. que baile nuestro corazón con Savage Love · Instrumental cuando dice: porque todavía quiero eso, tu amor salvaje…. Y es que a pesar de los intentos fallidos llega un punto en el que ya no te puedes resistir, TODOS buscamos la forma de manifestarlo, en todos los ámbitos de nuestra vida. Sírvete tu cafecito, que se nos hace tarde para comenzar a sentir esta vibra.

¡Ay el amor, el amor madre mía!… todos lo escribimos con las mismas 4 letras, pero cada uno tiene tantas y tantas formas de pronunciarlo, y no me refiero a otros idiomas, sino a esos estilos particulares de dirigirnos y hacer ver lo que estamos experimentado con esa persona, ese proyecto, eso que te llena el alma y lo quieres conquistar.

Una vez me contaron la historia de los 17 candados para entrar en la vida de alguien y de alguna forma pertenecer a ésta. Candados sin etiquetas, que se abren o cierran casi involuntariamente. Poco a poco fui concluyendo, y la verdad no sé si sea la misma conclusión de su creador, que era en ese click de conexión entre lo que dice el corazón y el bajarle el volumen a la razón lo que hace que esos candados se abran. Pero lo vi claro cuando el mismo autor de esta teoría, precisamente un día en el que hablamos del Blog, recito este poema y me lleno de luz:

Se retrocede con seguridad
pero se avanza a tientas… uno adelanta manos como un ciego
pero lo absurdo es que no es ciego…
se introduce en un túnel o destino
        que no se sabe dónde acaba.  
Mario Benedetti

Que cosquilleo tan inquietante es comenzar algo en lo que va implícito el alma, ¿lo has sentido?… ojalá estés respondiendo con un rotundo Si. Porque quieres ver a ese bebé crecer y echarse a andar, y ahí estás tú lleno de esta energía maravillosa listo para la conquista, entendiendo que no se necesita la perfección, lo que es imperativo es que entregues desde el corazón. 

El paisaje del rompecabeza  puede disfrutarse,  a pesar de que falte la última pieza por colocar.

Ahora, una vez que estamos ahí a tientas, cada uno tenemos nuestra propia forma de expresarlo, los llamados lenguajes del amor, pero esta vez no quiero enfocarme en las muestras de este sentimiento, que pueden ser infinitas, sino en la forma como nos conducimos en estas parcelas desconocidas y como símil se me ocurrió el ajedrez, un juego de estrategia, inteligencia y una chispa de astucia. Tal como el Rey es el objetivo en el ajedrez, así es entonces este corazón en conquista y la reina su guardiana, protectora y quizás una de las piezas más poderosas, ese es el papel de la mente racional, será nuestra reina celosa del cuidado de nuestro corazón y para esto usará diversos mecanismos para resguardarlo, porque aunque la apariencia de este corazón sea fuerte, en muchos casos es sensible y vulnerable. Entonces el conquistador se convierte en un buscador de alternativas bajo diferentes estilos. Empecemos a identificarlos:

Está el peón, este buscador tiene el objetivo claro, sin embargo, se mueve lenta y cautelosamente, pequeños pasos pero certeros lo harán llegar a ese corazón anhelado para entregar su amor. Por su condición, en cada paso que da se puede sentir incluso a mitad del tablero hasta desprotegido, pero es valiente y no retrocede, y ahí va hacia adelante sabiendo que habrán obstáculos pero con un sueño más grande que él, conquistar a su rey.

Y ahora vamos con personajes un poco más audaces y temerarios, que al sentir esa chispa que los impulsa pueden deslumbrar, pero cuidado así como dan un salto hacia adelante de la misma forma rápidamente se pueden ir a la retaguardia.

Entre ellos tenemos a la torre, de movimientos rápidos, contundentes y desconcertantes. Cuando algún apasionado es Torre, prepárate porque va por todo, no va a perder una oportunidad, su objetivo está en línea recta y se las apaña para sortear las curvas, sin embargo con la misma velocidad si así lo desea puede regresar a su zona de confort. 

También está el caballo, será ese buscador que se acerca a su objetivo a galope y saltos, juega artimañas y sus movimientos confunden, tiene el arte de sorprender porque no sabes por dónde te va a salir. Es creativo en su forma de actuar y genera una sensación de incertidumbre, donde tu mejor postura será esperar casi todo de él, porque va y viene siempre de diferentes formas.

Por último el alfil, tiene un poco el estilo de la torre que puede ir eliminando obstáculos rápidamente, sin embargo, su estrategia va entre el claro oscuro. Se inclina por un matiz que por lo general es el mismo que rige su actuar y que a la vez lo limita, porque si al llegar al objetivo su rey no es de esa misma condición, ¡madre mía! No habrá forma, ese corazón no será para el pobre alfil. Resumiendo, en su afán de conquista sin mayor reparo en el análisis, se la rifa.

Y así, entre estrategia e inteligencia llega el momento en donde ese resguardado corazón, al Rey no le queda mejor opción que rendirse pero al contrario del ajedrez, en el amor después del jaque mate el juego continua y al menos a mi me gusta pensar que será mucho más gratificante, envolvente y de crecimiento mutuo.   

Sería todo más fácil si rompiéramos los paradigmas de estas estrategias, dejar a un lado ese “deber ser” que viene dado por un linaje o a nivel cultural, y cultivar el “querer ser” donde nos mostremos sin miedos ni reservas, comulgando en una entrega transparente, sería mucho más inspirador y valioso. Porque el amor no es otra cosa que tu energía y esencia. Esta entrega cuando es auténtica, se siente y transmite sin mayor esfuerzo. 

Si me preguntas a mí, prefiero dejar para otros los roles del ajedrez y darme el permiso de romper los esquemas y ser yo misma, y tú ¿te animarías a soltar las estrategias y ofrecer una entrega genuina?, tiene su riesgo pero también una gran recompensa. ¿Hoy quién es ese rey que quieres conquistar?… puede que sea una persona especial que te hace vibrar, quizás un proyecto laboral o personal que te llena de vitalidad, pero en cualquier caso cariño, no lo dejes pasar, ¡Ve por él y entrega ahí todo tu amor!

Que este jaque mate sea el inicio de una gran historia en tu vida, permítete ser cautivado por el amor, ponle más corazón, menos mente y confía en el proceso.