Hola guap@, hoy hablaremos de un tema que nos compete a todos; el Amor. Sí, he aprovechado que estamos en fecha del mal llamado mes del amor, como si sólo fuera experimentado en unos cuantos días, o peor aún manifiesto en uno de los 365 días de cada año. No hablaremos de cualquier amor, sino de UN BUEN AMOR, cómo empezar a vivirlo principalmente en nosotros mismos y luego en nuestras relaciones. Con taza en mano recarga tu café, siéntate cómodo y de fondo nos acompañará Someone like you · Instrumental cuando dice: “A veces permanece el amor, y otras en cambio duele”. 

Empecemos por reconocer que culturalmente la idea del amor nos la han vendido con muchas confusiones, la primera de ellas y creo la más peligrosa es que buscamos el amor afuera y que sea dado sólo por otros antes de cultivarlo en nosotros mismos, así aparecen entonces historias como las de Disney, que por cierto distan mucho de las originales del autor, para convertirlas en cuentos magníficos como un “y fueron felices para siempre”, la pareja perfecta, el príncipe azul que rescata a su amada. Sin olvidar también las letras de algunas canciones que citan “tú eres mí@”, “sin ti me muero ” o trilladas frases como “ser la media naranja” siendo que somos seres completos en busca de compartir y converger,  y no puede faltar esa de “ el amor es ciego”… han sido los grandes responsables de los malos amores, e inevitablemente  bajo esta premisa el amor termina por doler.

El sufrir por amor es mal entender su verdadera energía.

Es lícito anhelar el amor que permita sentirnos inspirados, plenos, en serenidad y alegría, pero aferrarnos ferozmente a esto y creer que si no lo tenemos o lo llegamos a perder nuestra vida se derrumba, es una señal de alarma donde no estamos hablando de un amor genuino sino de necesidades internas no cubiertas y  que descargamos en otros sin hacernos responsables de nuestro propio bienestar, en la píldora Ponle nombre a tus apegos (te invito a darle click en el enlace si no la has leído) recuerdo haberlo nombrado como tiranía, pues hacemos responsable a otro de nuestra felicidad.

Un buen amor comienza en ti.

¡SI EN TI, EN MI así en mayúscula!… pues para poder establecer relaciones sanas, la clave está en mantener una relación amorosa interna. Todo lo que buscamos o damos a los demás, hacerlo prioridad y dárnoslo a nosotros mismos. Como dicen por ahí antes de ir a conocer a otros, primero conócete y enamórate de ti. 

Ese viaje interior del autoconocimiento puede ser en algunos casos intimidante, seguramente ahí adentro encontraremos antiguos dolores, heridas de una infancia por muy perfecta que la recordemos, incluso emociones que se han quedado atrapadas y hoy nos limitan, creando necesidades que erróneamente buscamos satisfacer en el mundo exterior. Cuando aprendemos a conocernos, podemos abrazar nuestras luces y sombras, reconocernos y con un trabajo interior transcender los miedos ocultos de nuestro niñ@ interior para así liberar al adulto de hoy. Resumiéndolo en tres palabras claves: conocer, aceptar y amarme para evolucionar, así comienza el buen amor en la relación más importante de tu vida, la relación contigo mismo.

Abonar y cuidar mi jardín individual, para luego compartir los frutos.

Hay personas que se drenan vaciando toda su capacidad de amar en otros y olvidándose de sí mismos. Cuando te sumerges en el autoconocimiento y trabajas tu amor propio puedes establecer límites sanos contigo y con tu entorno, comprender tus relaciones con los otros y cómo te desenvuelves en ellas. Cuidar de ti es también una forma de amar a aquellas personas que son importantes en tu vida.

El buen amor es consciente, lúcido y no es ciego como nos pintan al pobre cupido, el deseo si que nos ciega. No es suficiente con solo sentirlo sino también con reflexionarlo, es una decisión donde el amor se gestiona, trabaja y se crea día con día. Muy diferente al enamoramiento, donde surge la curiosidad por descubrir y ser descubiertos, un mar de emociones generadas más por la bioquímica de nuestro cuerpo que por otra cosa, y finalmente todo esto no se llega a mantener en el tiempo.

Activa tu brújula interior, la aguja la moverá tu amor propio.

La relación ideal es una utopía sin embargo hablando ahora del amor de pareja éste implica amistad, respeto, comunicación y sexualidad. Revisa este checklist y con el corazón deseo que varias de estas características estén presentes en tus relaciones actuales: 

El buen amor acompaña, no invade. Hay respeto.

Ama, pero no posee. Reconoce lo que cada cual ofrece desde su libertad y no desde la exigencia.

Confía en que se puede volar juntos pero no atados, viviendo sin depender. Hay confianza.

Cuida y crea espacios para crecer, divertirse y reír juntos. Hay complicidad en el encuentro.

Admira, sin idealizar ni vivir en base a las demandas de las expectativas.

Busca el enemigo en la crisis o el problema y no en la persona. Hay comunicación.

Con lo que permitimos le mostramos al mundo cómo tratarnos.

El buen amor se construye desde el respeto a la propia dignidad, por lo que para experimentarlo en pareja, la propuesta es Ámate y así te amarán desde la verdadera esencia que aporta el bienestar del buen amor y un horizonte compartido.

.